El PSOE acusa a Rajoy de «mentir sin parar» ante el Congreso

Irá «a por todas» pidiendo una comisión de investigación y no descarta la moción

La dirección socialista cree que ha quedado constatado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no sólo eludió cualquier explicación sobre el caso Bárcenas ante el Pleno del Congreso que se celebró el pasado 1 de agosto en la sede del Senado, sino que, bien al contrario, «mintió sin parar» cuando aseguró que el tesorero no tenía ya vínculo alguno con el Partido Popular cuando él accedió a La Moncloa, o cuando afirmó tajante que rompió todo contacto con Luis Bárcenas cuando la Justicia confirmó que poseía cuentas millonarias en Suiza.

Las mentiras de un presidente en sede parlamentaria sólo se purgan de una manera, según la cúpula del PSOE: presentando la dimisión. Y en este punto recuerdan incluso la advertencia que hizo Duran Lleida, el único portavoz de la oposición que no consideró conveniente unir en el Pleno su voz al resto y pedir que Rajoy se apartara del Gobierno. El político catalán afirmó que, si finalmente se comprobaba que el jefe del Ejecutivo no dijo la verdad en la Cámara, no le quedaría otro camino que marcharse.

Para los socialistas, el engaño del presidente ha quedado más que confirmado tras la publicación, ayer en EL MUNDO, de una de las nóminas que Bárcenas cobraba del PP meses después de que Rajoy accediera a la Presidencia del Gobierno. «La nómina y los SMS no dejan lugar a dudas», afirman desde Ferraz. Y añaden que ahora –el presidente ya ha afirmado que en ningún caso dimitirá– ya no hay nada que impida que toda la oposición en bloque, incluida CiU, exija la apertura de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre la presunta financiación irregular del PP, el consiguiente juego ventajista del partido en las campañas electorales y la adjudicación de contratos públicos a empresas donantes, así como el pago de sobresueldos a dirigentes del partido cuando ocupaban puestos gubernamentales.

La dirección del PSOE, según confirman altas fuentes del partido, se prepara ya para «ir a por todas» en la Diputación Permanente del Congreso que previsiblemente se celebrará el próximo día 27. Será el momento de exigir su apertura inmediata para depurar responsabilidades políticas e «intentar sacar a la luz la verdad que Rajoy ha intentado esquivar».

El secretario de Relaciones Institucionales de los socialistas, Antonio Hernando, insistió ayer en rueda de prensa en la idea de que «Rajoy ha mentido cada vez que ha hablado» de Bárcenas. En su opinión, «lo que comenzó siendo el caso Gürtel, luego Bárcenas y luego PP, ahora es el caso Rajoy y sus mentiras». Hernando aprovechó para reclamar a María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos que aprovechen su «visita» al juez Pablo Ruz, mañana y pasado, para «confesar» toda la verdad sobre la relación del PP con Luis Bárcenas.

Pese a la iniciativa de la comisión de investigación que ahora se presenta inminente, el PSOE insiste en que el posible lanzamiento de una moción de censura contra el presidente del Gobierno no ha sido descartada. Ahora, sin embargo, las fuentes consultadas creen que lo conveniente es que Rubalcaba evite «zigzaguear» y se concentre en la comisión de investigación. Si finalmente esta reclamación –para la que esperan contar con el apoyo de las demás fuerzas parlamentarias– fuera bloqueada por la mayoría popular, entonces sí habría llegado el momento de estudiar, ya en septiembre, la conveniencia de utilizar el último instrumento que les ofrece la Constitución.

Entre los dirigentes socialistas hay planteamientos a favor y en contra. Por un lado, los más combativos, que creen que, como su nombre indica, el objetivo prioritario de la moción es poner en evidencia los incumplimientos, la ineficacia, las mentiras o irregularidades de un presidente a quien no se considera digno para el cargo y, en consecuencia, exponer los argumentos por los cuales se exige su dimisión. Para éstos, el que la moción sea finalmente rechazada por la mayoría absoluta que tiene Rajoy en la Cámara debe valorarse como un hecho amortizado y, por tanto, secundario. No se trata de que Rubalcaba llegue a la Presidencia, sino de que Rajoy sea amonestado con toda contundencia. Y añaden que ante una situación así, al jefe del Gobierno le resultaría muy difícil mantenerse en Moncloa.

Para los más puristas, sin embargo, la moción de censura tiene como objetivo último tumbar al Gobierno y, dado que con la aritmética parlamentaria actual esto no es posible, debe sopesarse con mucha prudencia su presentación. Quienes así opinan valoran los posibles perjuicios que para la agenda política interna del PSOE podría acarrear. La decisión final, en cualquier caso –coinciden unos y otros– la tomará el propio Rubalcaba.

Mientras tanto, en el bando del PP son muchos los que se muestran convencidos de que finalmente el PSOE irá adelante con la moción. Y en privado, admiten que ello implicaría un castigo muy duro para el presidente, aun cuando no tuviera posibilidad alguna de prosperar. Dudan, en definitiva, de la teoría oficial que incide en que la moción sería sólo la tumba de Rubalcaba. Piensan que, quizá, ésta acabe teniendo sitio para dos.